El tigre y el perro (antiremake del taquillero film)

"Cuando el tigre baja de la montaña, a las planicies, lo agreden los perros". Proverbio Chino.

Seguíamos capturados por los mafiosos chinos y los soldados rojos...
Normalmente, entre una compañía como aquella yo no hubiera hecho sino ordenar un pollo agridulce, pomposamente llamado a L'orange por los chinos, y unos rollos primavera de carne con verduras. Sin embargo la ocasión no era propicia, los chinos empezaron a comer sentados alrededor del aceitoso wok, tomando cervezas.
Compadeciendoce un poco de mi padre y de mi, que seguíamos medio atolondrados por los golpes nos soltaron una mano y nos dieron agua más un poco de sobras de chop suey.
Los asiaticos no contaban con que a los 15 tuve clases de química inorgánica con la señorita Muscledélire, ex-adicta a las anfetaminas, ex-perta en sustancias registradas en el antidoping y ex-traordinaria en reacciones químicas. El caso es que con la mano libre tomé el agua de mi padre y la mía, la aventé en el wok e inmediatamente hizo saltar el aceite en el rostro de los chinos.
Mientras se dolían de sus quemaduras de primer grado les hize tirar sus armas.
Luego les dije:
-Ya ven chinitos, para que se salían de Ca, ya se saben el dicho del tigre y los perros.
-Yo soy mexicano y nacionalizado por Fox.- Se atrevió a contestarme él más feo de ellos.
(Notese que pistola en mano yo paso de ser la copia de Siddharta a un gatillero de filme Scorsesiano)
Los chinos empezaron a maldecir mi investidura búdica, qué quizá no es sagrada, pero sí muy digna. Y decidí callarlos.
-¡Silencio!, No entiendo cantonés.- Mentí.
En fin, mi padre deshizo los nudos con que nos tenían amarrados y escapamos a toda marcha.
Para no hacer largo el cuento (JA!)le pagué el boleto para que regresara con mi madre que debería estar en una deliciosa crisis nerviosa. ¿Porqué deliciosa? Es que como mi madre es cheff, cocina montañas de pasteles para desestresarse.
Yo por mi parte no podía regresar a mi hogar, los chinos me buscarían.
Hice lo que mejor sé hacer, vagabundear y afuera de un centro cultural, se me aparece, lo juro, el mismo diablo y me dice, el muy barbajan, "entra, hoy exhibimos gratuitamente...-El ultimo emperador-".


No soy buddha, ahora en Tu Espacio de